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4
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March 25, 2018
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Si el génesis de REC fue un giro hacia el humor y el surrealismo, el "apocalipsis" que en principio pone fin a la franquicia parece optar por la senda del blockbuster. Es difícil conseguir que una misma saga se mueva bien por tantos ámbitos, así que quizá la sorpresa sea que el pinchazo no llegara antes.
La mejor parte de esta cuarta entrega probablemente sea su prólogo, que por unos instantes nos lleva de vuelta al bloque de pisos de las dos primeras películas, siendo algunos planos y situaciones un vivo recuerdo del terror que sí pudo vivirse en aquellas ocasiones. Este breve pasaje, eso sí, nos da una perspectiva del edificio que incluso se hace extraña, ya que los planos dejan de estar realizados como si de la grabación in situ de una cámara se tratara. Si Génesis ya renunciaba a dicha técnica tan propia de REC llegado cierto momento, esta cuarta entrega la desecha desde el minuto uno.
Después de esta breve mirada al pasado, arranca un argumento en forma de secuela que además rescata al personaje de Ángela Vidal. Situada en un barco, la historia gira entorno a un nuevo intento por crear una cura para el virus. Lamentablemente, el guión da demasiadas vueltas para no acabar contando prácticamente nada nuevo, así que ni durante la parte central de la cinta ni en el desenlace se tiene la sensación de llegar a ninguna parte. Los personajes tampoco ayudan, y es que por lo general son clichés vacíos, algunos de ellos con horribles sobreactuaciones dignas de una telenovela. También hay una inexplicable apuesta por el humor, que en una película en principio busca ser seria sobra completamente. A parte de que no encajan muy bien, estos momentos son incapaces de soltar una sola sonrisa salvo contadísimas excepciones. Respecto al papel de Manuela Velasco, el guión le da pocos momentos para lucirse y se la convierte en un personaje sin demasiado interés. Quizá era el contexto lo que la hacía tan efectiva en la original, pero desde luego se podría haber hecho un trabajo mucho mejor con ella.
En esencia, lo mejor que puede decirse de REC 4 es que al menos durante su primera mitad se deja ver. En mi caso, el interés decayó progresivamente a partir de entonces hasta llegar a un desenlace palomitero y genérico que me resultó de lo más aburrido. Por el contrario, el trabajo de maquillaje y caracterización de los infectados raya a un nivel excelente, recuperándose también gran parte de la agresividad y velocidad que los caracterizaba. A pesar de esta solvencia en lo técnico, el gore no termina de ser todo lo impactante y satisfactorio que cabría esperar en algunas escenas.
Al final del camino, lo que queda es una cinta enteramente prescindible y mediocre a todas luces. Más allá de un puñado de guiños y alguna que otra escena de acción bien rodada, la capacidad del film para quedarse con el espectador es prácticamente nula. Un cierre olvidable que no hace ninguna justicia a la saga.
La mejor parte de esta cuarta entrega probablemente sea su prólogo, que por unos instantes nos lleva de vuelta al bloque de pisos de las dos primeras películas, siendo algunos planos y situaciones un vivo recuerdo del terror que sí pudo vivirse en aquellas ocasiones. Este breve pasaje, eso sí, nos da una perspectiva del edificio que incluso se hace extraña, ya que los planos dejan de estar realizados como si de la grabación in situ de una cámara se tratara. Si Génesis ya renunciaba a dicha técnica tan propia de REC llegado cierto momento, esta cuarta entrega la desecha desde el minuto uno.
Después de esta breve mirada al pasado, arranca un argumento en forma de secuela que además rescata al personaje de Ángela Vidal. Situada en un barco, la historia gira entorno a un nuevo intento por crear una cura para el virus. Lamentablemente, el guión da demasiadas vueltas para no acabar contando prácticamente nada nuevo, así que ni durante la parte central de la cinta ni en el desenlace se tiene la sensación de llegar a ninguna parte. Los personajes tampoco ayudan, y es que por lo general son clichés vacíos, algunos de ellos con horribles sobreactuaciones dignas de una telenovela. También hay una inexplicable apuesta por el humor, que en una película en principio busca ser seria sobra completamente. A parte de que no encajan muy bien, estos momentos son incapaces de soltar una sola sonrisa salvo contadísimas excepciones. Respecto al papel de Manuela Velasco, el guión le da pocos momentos para lucirse y se la convierte en un personaje sin demasiado interés. Quizá era el contexto lo que la hacía tan efectiva en la original, pero desde luego se podría haber hecho un trabajo mucho mejor con ella.
En esencia, lo mejor que puede decirse de REC 4 es que al menos durante su primera mitad se deja ver. En mi caso, el interés decayó progresivamente a partir de entonces hasta llegar a un desenlace palomitero y genérico que me resultó de lo más aburrido. Por el contrario, el trabajo de maquillaje y caracterización de los infectados raya a un nivel excelente, recuperándose también gran parte de la agresividad y velocidad que los caracterizaba. A pesar de esta solvencia en lo técnico, el gore no termina de ser todo lo impactante y satisfactorio que cabría esperar en algunas escenas.
Al final del camino, lo que queda es una cinta enteramente prescindible y mediocre a todas luces. Más allá de un puñado de guiños y alguna que otra escena de acción bien rodada, la capacidad del film para quedarse con el espectador es prácticamente nula. Un cierre olvidable que no hace ninguna justicia a la saga.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Me encanta la idea con la que abre el film. Después de que en REC 1 sean infectados todos los que entran en el edificio y debían encargarse de mantener el orden (los bomberos, los policías y el técnico sanitario), y posteriormente en REC 2 se envíe a un escuadrón de GEOs que tampoco logra salir vivo, las autoridades deciden acabar con el baño de sangre por las malas y poner la situación bajo control del ejército. Un grupo de militares entra en el edificio dispuesto a colocar cargas explosivas para volarlo por los aires y contener la infección de una vez por todas. Esto refuerza muchísimo el mensaje de que la situación es insostenible y no queda más remedio que tomar una decisión drástica. No obstante, el caos tampoco tarda en aparecer cuando varios infectados atacan a los soldados, y es todo un detallazo ver cómo se trata de dos de los personajes de la película original (el bombero calvo y el argentino). Como es de esperar, varios de ellos mueren, pero el resto consigue rescatar a Ángela y salir. Este prólogo es todo un ejercicio de nostalgia, y si bien no está dirigido con la maestría de la primera película, funciona.
Me gusta que el nexo de unión con REC 3 sea la anciana. Creo que es único intento del film por hacer comedia que me resultó mínimamente divertido, ya que en sí es un guiño al enfoque humorístico de la tercera entrega.
Patético el momento en el que se descubre el soldado que ha estado ayudando a Ángela es "el malo". Difícilmente podría haberse hecho un giro así de forma más típica, con el personaje en cuestión actuando repentinamente como un villano genérico al que es imposible creerse.
La escena del parásito demoniaco introduciéndose en la boca de un pez es una frikada, de acuerdo, pero me pilló por sorpresa y lo encontré hasta gracioso. Teniendo en cuenta que a esas alturas era difícil tomarse la película muy en serio, no me molestó en exceso. Eso sí, espero que si algún día hay una secuela no se haga a partir de tan absurda premisa.
Me gusta que el nexo de unión con REC 3 sea la anciana. Creo que es único intento del film por hacer comedia que me resultó mínimamente divertido, ya que en sí es un guiño al enfoque humorístico de la tercera entrega.
Patético el momento en el que se descubre el soldado que ha estado ayudando a Ángela es "el malo". Difícilmente podría haberse hecho un giro así de forma más típica, con el personaje en cuestión actuando repentinamente como un villano genérico al que es imposible creerse.
La escena del parásito demoniaco introduciéndose en la boca de un pez es una frikada, de acuerdo, pero me pilló por sorpresa y lo encontré hasta gracioso. Teniendo en cuenta que a esas alturas era difícil tomarse la película muy en serio, no me molestó en exceso. Eso sí, espero que si algún día hay una secuela no se haga a partir de tan absurda premisa.