'The Green Hornet' no es, a priori, necesariamente peor que todas las anémicas cintas de superhéroes que asolan nuestras pantallas año tras año. No obstante, el espectador atento percibirá que su director, Michel Gondry, está muy lejos del (siendo condescendientes) 50% de su capacidad, y no emplea el más mínimo esfuerzo por impregnar con su inconfundible estilo ni un solo minuto del perezoso metraje.

No deberíamos, no obstante, cargar las tintas sobre este artesano de la magia por haber realizado este evidente film de encargo (de hecho, sería absuelto de todos los cargos si así financia alguna de sus hermosas locuras). Aún con sus deficiencias, ha salido mínimamente airoso de tal (aparentemente indigna) empresa, resolviendo con oficio las arritmias y las fallas artísticas de la cinta, sorteando el ridículo, e incluso rodando alguna que otra escena resultona.

Divertimento mainstream (algo inédito en la filmografía del autor francés) muy por debajo de lo que podría esperarse viniendo de quien viene pero lo suficientemente entretenido como para aguantar sus casi dos horas sin despeinarse... a la espera de que el eterno brillo de Michel Gondry reaparezca en forma de película. De otra película.