Algo floja en su comienzo, la película crece en su desarrollo hasta hacerse muy entretenida. El director, Guy Hamilton, olvida casi concretar como es debido las relaciones entre los personajes para dejarnos ver claramente quién tiene todas las papeletas para convertirse en la víctima del crimen. Es decir, va directamente al grano, contextualizando la situación en un hotel turístico para gente adinerada en el Adriático (por cierto, no sé si será error del doblaje, pero resulta extraño que en el país donde tiene lugar la acción haya una ciudad llamada Tirania, nombre más propio de una historia de Mortadelo y Filemón que de un libro de Agatha Christie; igual se refieren a Tirana, la capital de Albania, aunque eso es algo que sólo puedo intuir)
Con una maravillosa música de los temas más famosos de Cole Porter, Peter Ustinov vuelve a dar vida al inteligente Hercules Poirot, remarcando las características del detective belga. Parece algo forzado el modo en que Poirot termina en el hotel, trabajando para una compañía de seguros y no por estar de vacaciones, aunque el desenlace es muy interesante. Tampoco me creo que Poirot tenga reparo en viajar por mar cuando en "Muerte en el Nilo" se va de vacaciones a un crucero (a lo mejor es porque en el río no hay aguas tan turbulentas).
Pequeños detalles que son fácilmente perdonables con ese final, capaz de poner contra las cuerdas por falta de pruebas a Poirot. Pero, claro, no hay quíen le gane en astucia...