"Chicago" es un musical tremendamente entretenido, tanto por su banda sonora adaptada de Broadway como por su hilo argumental, el cual se basa en una pregunta que todavía impera hoy: ¿Hasta dónde estarías dispuesto/a a llegar por alcanzar la fama? Es lo que se plantean los tres protagonistas, las dos acusadas de asesinato (Renee Zellweger y Catherine Zeta-Jones) y su abogado defensor (Richard Gere).
Con un montaje visualmente grandioso, el show que se muestra ante nuestros ojos es un antídoto al estrés, cansancio, apatía o incluso depresión. Formidables todos los actores, pero especialmente Zeta Jones (atención a su entrada en el escenario al son de "All that jazz"). Quizá el más flojo sea Richard Gere, con una vocecilla que me decepcionó para su eterno status de galán que enloquece a las féminas. No obstante, sus números son bastante divertidos (como el del muñeco). Algo parecido ocurre con Queen Latifah, una tía a la que no he podido soportar nunca en sus comedias, pero que en "Chicago" borda su papel de Mama Morton. Para el recuerdo su tema con las presas de la cárcel.
Lo dicho, muy recomendable para olvidar los problemas.
Nota: 8,8