Vi esta película en mi adolescencia y recuerdo que me gustó. Ahora, en una edad adulta, me he propuesto revisarla para comprobar por qué mucha gente la ha denostado durante años. Recuerdo que especialmente gran parte del público femenino consideraba "Terminator" como una más de acción y disparos, sólo porque en ella aparecía Schwarzenegger.
Sin embargo, la película es casi perfecta. Entretenida de principio a fin y con un trío protagonista muy bien elegido. Michael Biehn, actor muy utilizado por James Cameron en sus inicios, realiza en mi opinión el papel de su vida como Kyle Reese. Lo mismo que Schawarzenegger, cuyo habitual hieratismo y físico lo convierte en un auténtico cyborg asesino, de los más implacables en la historia del cine. Linda Hamilton también interpreta a una creíble Sarah Connor.
Pero "Terminator" no sería igual si no la hubiera dirigido James Cameron. Éste le da un ritmo narrativo magnífico, contándonos la trama progresivamente para que su complejidad pueda ser asimilada y disfrutada poco a poco. Eso sí, el final te deja pegado a la butaca, exhausto y con ganas de continuar. Probablemente lo más difícil de lograr para un cineasta.
A destacar también los efectos especiales, buenísimos para su época. Por cierto, creo que no es casualidad que Cameron se decidiera a rodar "Terminator" en 1984, la misma fecha que Orwell tomó para su famosa novela en la que también las máquinas controlan al ser humano. Incluso dentro de ese contexto apocalíptico, podemos encontrar un mensaje profundo para reflexionar sobre hasta qué punto debemos programar la inteligencia de los ordenadores.
Mi nota: 9,7