Una comedia bastante divertida, con diálogos ingeniosos y salidas que no te esperas. La historia de una mujer que pasa siete años en una isla desierta acompañada por un apuesto hombre y que cuando consigue volver a su casa sus hijos y su marido creen que esta muerta y para colmo su marido se ha vuelto a casar. Con una sucesión de destartaladas acciones, el tema es llevado incluso hasta los tribunales (una escena que me recuerda mucho a aquella en Los Caballeros las prefieren rubias).

Lo más destacables es sin duda la actuación de Cary Grant, como el marido, el cual esta metido en un lío y lo único que hace es meter más la pata y la interpretación de Irene Dunne. Juntos hacen una gran pareja cómica.

Una película entretenida para pasar una tarde, mucho mejor que ver una de esas comedias románticas de hoy día.