Situaciones cómicas son las que inundan la pantalla en esta serie de los libros del mismo autor, que aunque no muy numerosas son las que más me han impactado.
Por ejemplo, Ross, el protagonista, pasa de enamorarse de una Barbie (cuya familia ha venido a menos, y que le abandona casándose con su primo Charles en vez de con él, porque es más rico y guapo) a hacerlo de Demelza, una chica de clase tan humilde que duerme casi entre los cerdos en la calle y está vestida como un chico de 14 años. Véase la primera gran conversación de Demelza apestando a estiercol (es el amor de la vida de Poldark) con el mismo Poldark:

Poldark (tapándose la nariz con un pañuelo porque no puede soportar lo mucho que apesta Demelza, mientras por pena la invita a comer) : ¿Tienes familia?
Demelza (devorando un bollo): Sí, tengo un padre. Pero está muerto.
Poldark: ¿y tu madre?
Demelza: Muerta también. (Ella miente, su padre vive)
Poldark: Supongo que se le rompió el corazón.
Demelza: ¿A mi madre? No, no el corazón, sino la cabeza. Mi padre la mató.

Poldark con la boca abierta.....
Bueno, si bien el diálogo no es 100% palabra por palabra, es muy similar. El héroe se enfrenta a su heroína apestando a mierda, y sintiendo nauseas.
Pero luego ella cambia, y él comienza a quererla mucho más de lo que hizo con su traicionera novia.
Por ello digo que la historia es simpática, original, y nueva. Por lo menos la parte dramática de amor. Luego tenemos la acción por la lucha de la mina y el destino de su familia, y las envidias que van surgiendo entorno a esta pareja por el dinero. Gran producción y al menos original. Grande, Poldark.