No es otra película sobre los bajos fondos del mundo de las drogas, es un viaje a la mente de los personajes a través de sus sueños, miedos y esperanzas que se muestran en el film a través de pequeñas y preciosas escenas, cargadas de emoción. Aronofsky sabe decir mucho con muy poco. Uso de técnicas innovadoras, experimentales y revolucionarias que cambiaron el mundo audiovisual y que consiguen que te sumerjas en el mundo de pesadilla en el que viven los protagonistas. Es un reflejo de las preocupaciones del mundo moderno: culto al cuerpo, deseo por ser alguien y sobresalir, dinero, televisión, etc. Esta película supone un retrato de algunos valores de nuestro tiempo. También supone una reflexión sobre la soledad y el miedo a ésta. Es muy dinámica, efecto subrayado por el inteligente uso de la música y de los efectos de sonido. Todo esto se traduce en lo que se viene denominando estética "videoclipera". :-)