En cuanto vi 10 segundos del tráiler lo supe, esto es una película de Alex de la Iglesia por narices. Y equilicuá, como no podía ser de otra manera, El bar es la última obra de este filosófico y peculiar director.

A Alex de la Iglesia le gusta la suciedad, las cloacas, las ratas, la mierda, la tía buena, el zoquete, la grasa, Terele Pávez, lo cotidiano, lo mezquino y lo extraordinario. Le gusta juntar todo esto y meterlo en la historia más rara y divertida que se le pueda pasar por la cabeza.

Así tenemos El bar, una película tremendamente entretenida que, si bien no es la mejor del director, es de las mejores que ha hecho ultimamente.

Para el recuerdo ese monólogo de Secun de la Rosa sobre hablar a los clientes. De lo mejorcito.