El realizador francés Nicolas Bedos nos presenta su segundo trabajo, una película atemporal que en todo momento no dejará de sorprender al espectador. La cinta tiene en su argumento principal temas como el amor y los sentimientos. La película se presento en el último Festival de cine de Cannes fuera de concurso

Nicolas ha conseguido crear una comedia romántica fuera de lo común, en la que un empresario organiza todo tipo de experiencias inmersivas. Se encarga de montar un set con actores para vivir una fiesta de fin de año con Hemingway, una cena en el Castillo de María Antonieta o una sátira con Hitler como protagonista. Todo ello lo hace para que un grupo de gente adinerada pase un rato agradable y se olviden de sus aburridas vidas.

En esos momentos y a medida que va transcurriendo la película, sin saber muy bien por donde van a ir las cosas, conocemos a Víctor, un hombre de unos 60 años dibujante de profesión, pero que está atravesando uno de los peores momentos de su vida, sus dibujos ya no le interesan a nadie. No se siente a gusto, ni con el grupo de amistades de siempre, ni con todas las nuevas tecnologías que tenemos hoy en día. Y por si eso no fuera suficiente su mujer decide abandonarlo y echarlo de casa.

Su vida cambiará cuando le ofrezcan la posibilidad de volver al mejor momento de su vida, para ello elige el año 1974, fecha en la que conoció a su mujer en un castizo y bonito bar de una barrio de la ciudad de Lyon. Es a partir de este momento donde vemos las mejores escenas de la película. Todo es magia, ese juego entre realidad y ficción me parece estupendo. Y encima van surgiendo otras subtramas que le vienen muy bien a la historia.

La cinta toca temas que ya en su primera película trato, como son las relaciones humanas, como el amor entre dos personas va cambiando cuando se prolonga durante décadas, como va evolucionando el ser humano, como sufre y como te va cambiando la vida y las decisiones que tienes que ir tomando. Aparte del guion y la puesta en escena que me parecen sublimes, destaca también el reparto con Daniel Auteuil, Guillaume Canet, Doria Tillier, Fanny Ardant a la cabeza.

En definitiva el visionado de “La Belle époque” ha sido una más que agradable sorpresa, me ha parecido ingeniosa, con momentos muy divertidos y con escenas llenas de emoción. Al principio cuesta un poco entrar en ella, pero luego se disfruta y no deseas que se termine. También tengo que destacar su música. Muy recomendable. Y lo mejor para disfrutarla todavía más es conocer lo menos posible de su argumento.

Lo mejor: El estupendo guion y la emoción que transmite.
Lo peor: Cuesta un poco entrar en la historia.

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