Un guión de los hermanos Coen dirigido por Steven Spielberg...no puede salir mal. Es que es casi imposible que salga mal. Y es que ninguna de estas tres personas tiene tanto reconocimiento de forma gratuita. Son genios. Y se nota.
Además, es como si hubiésemos ido a las rebajas, ya que estamos ante un dos por uno. Aunque aquí no hay morralla pasada de moda. La primera hora es una estupenda película de abogados. A mi, personalmente, no me gusta esta temática, pero aquí da igual, porque no es cansina. No dejas de estar pendiente ni un minuto. La segunda parte es una estupenda película de espías, con intrigas, tejemanejes, alemanes, soviéticos, americanos... Todo bajo el manto de una historia tan real como terrible. Había leído en diferentes publicaciones y escuchado en la radio que a veces se hace un poco pesada. No ha sido mi caso: en ningún momento bajas la guardia, gracias a un ritmo que sin ser trepidante, se mantiene de forma regular, con algún guiño de acción. Claro que no es A todo gas, pero no creo que nadie se esperase eso. Si es tu caso, no vayas a verla. Además, los toques de humor se agradecen y aportan frescura al guión. También, mucha gente tacha a Spielberg de que se pasa de patriótico. A ver...es cierto. No se si será´más culpa de Steven o de Joel y Ethan, pero se nota que es una película americana. Hablábamos de dos pelis en una, pero es que observamos dos mundos totalmente diferentes. Por ejemplo, las dos cárceles, americana y soviética. No diré más.
Un mensaje del final me gustó bastante. Frase sobre la humanidad y cómo somos. La pronuncia Tom Hanks: "tú sabes lo que has hecho, es lo que importa".
Mención especial a Mark Rylance. Está genial. Y, por cierto, Amy Ryan se está convirtiendo en la secundona de peliculones: este año la hemos visto en Birdman y en ésta... pero únicamente como "la mujer de".
En fin, que Spielberg lo ha vuelto a hacer. Y aunque no sea el género habitual de los Coen, también. Es el puente de los genios.