La animación, si nos vamos a la RAE, tiene varias acepciones y todas ellas satisfactorias para la diversión, lo lúdico y lo didáctico. Si para más inri llenas de color y superhéroes el término, pues ya redondeas la escena. Este metraje reúne todas y cada una de ellas de forma sólida y eficaz. Fan de la primera, con el miedo de que ésta no cumpliese las expectativas, me he encontrado con todo lo contrario; la ha igualado como mínimo en emoción, nostalgia y espectacularidad. Aunque no hay grandes sorpresas ni giros complejos de guión, sí que abren la puerta a situaciones que todos esperábamos que sucediesen tras la primera entrega (Jack-Jack parr es un crack muy bonico). Sin duda es para elogiar y disfrutar de que Pixar siga apostando por estos filmes familiares que brillan visualmente y que llenan los sentidos de los niños de mensajes positivos y alentadores.