Sí, es otra versión de MacBeth; sí, será la millonésima; pero ésta es especial, ésta es de Kurosawa.

Tengo entendido que con solo nombrar a Kurosawa en el mundo del cine ya se humedecen los bajos. Y no parece algo exagerado, es la primera que me veo del director y me ha encantado, y eso que me dicen que no se encuentra ni en las diez mejores de artista nipón. Así que parece que me espera una feliz temporada viendo sus cintas.

Puede que esta sea una de las mejores adaptaciones de la obra del bardo inmortal que podáis ver, y no sólo por su gran calidad técnica y personalidad, si no también por el tratamiento del tema. Kurosawa logra trasladar a su marco cultural una historia que le queda cultural y geográficamente lejos, todo ello sin que se pierda la esencia y la tensión de la obra original pero tampoco sin ser una burda imitación del mito occidental.