"¡Siguiente!" es como la máxima del juego, una simple palabra que la oiremos tanto que quedará grabada en nuestra cabeza pero se repetirá sin significado alguno. Esta simple palabra condensa lo que el juego en el que se basa en corto nos quiere transmitir: el anodino trabajo de un burócrata de fronteras, haciendo día tras día lo mismo, una y otra vez.

En este aspecto el corto lo hace bastante bien. Cierto es que técnicamente es bastante convencional sin que esto sea un gran lastre como vemos, por ejemplo, en como se muestra la información de la documentación directamente en pantalla. En otra película sería un recurso un tanto vago, poco ingenioso, pero aquí logra trasladar una de las mecánicas principales del juego, el revisar cada documento para que no haya problemas. A lo mejor se sucede aquí algo rápidamente y de manera confusa, pero en cierta manera es la actitud que terminas teniendo en el propio juego tras tanto proceso rutinario. Y, aunque que con menos presencia de la que me gustaría pero la duración es lo que permite, te presenta otro importante elemento del juego: la duda. La duda de si dejar pasar o no a una persona que lo necesita (o al menos eso dice) cuando no tiene todo en regla, una decisión complicada y sin respuesta total que te hace elegir entre transgredir en base a tu confianza y por unos motivos "superiores" o hacer lo que debes hacer en tu puesto de responsabilidad para asegurar tu vida y la de tus seres queridos que, al fin y al cabo, dependen de tu sueldo.

La ambientación está lograda, con ese toque de película de espías de plena Guerra Fría con un enfoque un tanto caricaturesco, justo como hace el juego original. Los actores hacen bien su trabajo, ni destacan ni la pifian. Un detallito simplón y predecible pero que hace ilusión a quien le guste este juego es que han usado la banda sonora del juego con un par de arreglillos, sí, pero como se le quiere.

Se nota que le han puesto mimo.

Gloria a Arstotzka.