La verdad es que no tenía la mínima intención de dedicarle tiempo a esta películilla de tres al cuarto, pero, tras leer las críticas aquí presentes y constatar su sesgo, me he sentido obligado a hacer una defensa parcial de la misma: tampoco es para tanto.

Efectivamente, la película no es nada del otro jueves: es previsible, poco original y está llena de topicazos de la peor calaña. Además, su ritmo es irregular y su final, un auténtico coctel de clichés salidos de la peor comedia romántica, es absolutamente inverosímil y ligeramente irritante por su buenismo. Estamos ante un producto de usar y tirar que no deja nada a su paso: típica peli para pasar un rato (o verle el culo a la Kidman) y punto.

Ahora bien, tampoco entiendo la absurda cantidad de suspensos. A pesar de todo lo dicho (que es aplicable al 98% de las películas de la historia del cine) la película está bien realizada, la fotografía es correcta y el montaje eficaz. Además, es razonablemente entretenida y tiene un par de chispazos de humor inteligente. En definitiva, estamos ante una peli más o menos correcta que no merece los sospechosos histerismos talibanes de algunos.

Pese a los curiosos excesos críticos que provoca, es una película aceptable cuando se trata de matar un rato, máxime, y no me resisto a señalarlo, cuando alguno de los que la han calificado de bodrio infumable tienen valorada “El club de la Lucha” con un uno, han suspendido “Mulholland drive” y le han puesto su único diez a “Buscando a Nemo”, prueba de la “objetividad” , “buen criterio” y conocimiento cinematográfico de algunos de los que pululan por aquí.