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Kyrios rating:
5
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November 22, 2020
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Estrenada hace más de ochenta años, La legión negra (1937) dirigida por Archie Mayo e interpretada por un jovencísimo Humphrey Bogart, sigue siendo una película de rabiosa actualidad, por tratar el racismo intrínseco de la sociedad norteamericana. En la película se presenta la legión negra, un trasunto del KKK, que en aquella época estaban actuando por todo el país, cometiendo crímenes atroces.
Sigue en Spoiler sin Spoilers
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Spoiler:
La legión negra surge de un hecho real que desafortunadamente causó un tremendo impacto en la sociedad norteamericana de la época, el secuestro y asesinato de Charles A.Poole por parte de 11 miembros del KKK en el 1935. Lo que pretende realizar la película es una denuncia de dicha sociedad, mostrándonos en el guion una situación muy similar.
La película presenta una obra convencional dentro del cine clásico, si hablamos de narrativa, ritmo y montaje. Archie Mayo, los productores y el guion tienen muy claro lo que quieren contar, esto es, el malestar de los trabajadores en la sociedad norteamericana y como en muchas ocasiones este descontento era canalizado por sociedades como el KKK y diferentes partidos de corte fascista.
Por ello, La legión negra sigue siendo hoy en día de tal importancia, por tratar temas tan actuales hoy en día, especialmente en este convulso año 2020.
Quizá el único pero que podamos poner en este sentido es el “dirigismo” del filme, porque está claro la dirección que se quiere tomar desde el primer momento.
Nuestro protagonista, interpretado por Humphrey Bogart es un obrero de una metalurgia que piensa que va a ser ascendido, pero un inmigrante de origen húngaro consigue ese tan deseado ascenso, con lo que acaba frustrado y generando un odio hacía los inmigrantes, uniendóse al KKK en consecuencia.
La película muestra insistentemente el modo “American Way of life” y los deseos materiales que provoca el sistema capitalista. Durante numerosas secuencias, en lo que es un leimotiv de La legión negra se nos presentan los diferentes bienes de consumo como un elemento indispensable según el cual el protagonista cree que puede hacer feliz a su familia. El coche, la aspiradora, el bate de beisbol, son productos que son “imprescindibles” para conseguir la felicidad.
El guion de La legión negra es demasiado irregular. Uno de los defectos principales lo encontramos en el último tercio de la película, donde se apresura todo el ritmo, desembocando en un final apresurado y abrupto.
Para empezar, nuestro protagonista había demostrado continuamente un amor inquebrantable a su familia, y a pesar de que sí era posible que pudiera hacer actos inmorales, estos siempre eran en beneficio de su familia. Por eso mismo, el juicio en el que llega a traicionar a su familia no tiene sentido, porque no es algo que entraría dentro de sus motivaciones. Lo que sucede, es que el guion no sabe como cerrar la película y pretende hacerlo de manera precipitada.
La película es quizá demasiado plana, es fácil adivinar como va a acontecer todo, desde el principio hasta el final y tampoco tiene una puesta en escena que se pueda destacar en exceso. Seguramente los momentos más logrados estén relacionados con el juramento que realiza nuestro personaje principal en el momento de entrar en La legión negra. Escenas rodadas desde una perspectiva de género de terror, con un encuadre de cámara interesante.
La legión negra no es una película que merezca ser recordada por sus aspectos formales, sino más bien por su contenido. Una de aquellas películas didácticas que podrían ser perfectas para una sesión de cine en aulas, quizá demasiado convencional para los que esperen algo más estimulante.
Crítica escrita para Cinemagavia.es
La película presenta una obra convencional dentro del cine clásico, si hablamos de narrativa, ritmo y montaje. Archie Mayo, los productores y el guion tienen muy claro lo que quieren contar, esto es, el malestar de los trabajadores en la sociedad norteamericana y como en muchas ocasiones este descontento era canalizado por sociedades como el KKK y diferentes partidos de corte fascista.
Por ello, La legión negra sigue siendo hoy en día de tal importancia, por tratar temas tan actuales hoy en día, especialmente en este convulso año 2020.
Quizá el único pero que podamos poner en este sentido es el “dirigismo” del filme, porque está claro la dirección que se quiere tomar desde el primer momento.
Nuestro protagonista, interpretado por Humphrey Bogart es un obrero de una metalurgia que piensa que va a ser ascendido, pero un inmigrante de origen húngaro consigue ese tan deseado ascenso, con lo que acaba frustrado y generando un odio hacía los inmigrantes, uniendóse al KKK en consecuencia.
La película muestra insistentemente el modo “American Way of life” y los deseos materiales que provoca el sistema capitalista. Durante numerosas secuencias, en lo que es un leimotiv de La legión negra se nos presentan los diferentes bienes de consumo como un elemento indispensable según el cual el protagonista cree que puede hacer feliz a su familia. El coche, la aspiradora, el bate de beisbol, son productos que son “imprescindibles” para conseguir la felicidad.
El guion de La legión negra es demasiado irregular. Uno de los defectos principales lo encontramos en el último tercio de la película, donde se apresura todo el ritmo, desembocando en un final apresurado y abrupto.
Para empezar, nuestro protagonista había demostrado continuamente un amor inquebrantable a su familia, y a pesar de que sí era posible que pudiera hacer actos inmorales, estos siempre eran en beneficio de su familia. Por eso mismo, el juicio en el que llega a traicionar a su familia no tiene sentido, porque no es algo que entraría dentro de sus motivaciones. Lo que sucede, es que el guion no sabe como cerrar la película y pretende hacerlo de manera precipitada.
La película es quizá demasiado plana, es fácil adivinar como va a acontecer todo, desde el principio hasta el final y tampoco tiene una puesta en escena que se pueda destacar en exceso. Seguramente los momentos más logrados estén relacionados con el juramento que realiza nuestro personaje principal en el momento de entrar en La legión negra. Escenas rodadas desde una perspectiva de género de terror, con un encuadre de cámara interesante.
La legión negra no es una película que merezca ser recordada por sus aspectos formales, sino más bien por su contenido. Una de aquellas películas didácticas que podrían ser perfectas para una sesión de cine en aulas, quizá demasiado convencional para los que esperen algo más estimulante.
Crítica escrita para Cinemagavia.es