La introducción de Sed de mal es de las mejores que he visto en la historia del cine, el simple movimiento de cámara nos presenta el suceso y los protagonistas, el gran don de contarte algo sin decir una sola palabra. Y esto está al alcance de muy pocos directores.

La casualidad es que hoy día tenemos una serie con el argumento muy acorde con el de esta historia, se comete un asesinato y está en la frontera entre USA y México. El problema es que ocurre en el lado americano y allí se encuentra Vargas, un policía mexicano de vacaciones con su esposa estadounidense. Y para colmo aparece el ídolo local, es siempre indescriptible Hank Quinlan, arrogante, presuntuoso, maleducado y corrupto, creyéndose siempre estar en posesión de la verdad. Y un auténtico racista, no soporta al poli mexicano y lo demostrará en cada comentario. La historia es un duelo entre dos policías con diferentes criterios y los cuales buscan resolver el caso...pero de diferentes maneras.

En la historia hay cosas que flojean bastante, no tanto en la trama como en la ejecución. (spoiler 1). Como personajes con poco peso. (spoiler 2)

La película a pesar de su ritmo lento y con apenas acción, no llega a caer cansina, ni aburrida, porque ves como actúan las mentes de los personajes y hacia donde se dirige el asunto. Interpretaciones bastante cumplidoras en general, a excepción de Welles, que se come con patatas al resto del reparto. Esos primeros planos de su rostro...

Y creo que al personaje de Janet Leigh tampoco le sacaron su partido, querían un bello rostro y poco más, solo hay que imaginarse a otra actriz en su lugar, y no se habría notado la diferencia.