Una divertida obra delirante del grupo cómico Monty Python que despliega su humor absurdo y surrealista de siempre. En este caso parodia la Edad Media y las leyendas de los caballeros del rey Arturo, dándole un tono realista y satírico y ridiculizando la mística para mostrar la ignorancia, fealdad y suciedad de la época, con pocos recursos pero con grandes gags e imaginación, y arrollando los estamentos que se pongan por delante, para llegar a una meta inalcanzable, en este caso el Santo Grial.

Un humor que no morirá nunca, como el de Charlie Chaplin o los Hermanos Marx, aunque no sea para todos. En conjunto esta no es su obra más redonda, ya que están La vida de Brian, El sentido de la vida y la serie Flying Circus, pero tiene un encanto especial y hace reír, tanto si se ve solo o en grupo (con el grupo adecuado la risa puede ser muy contagiosa) y desde luego, para ver varias veces.