Cole Trickle (Tom Cruise), es un corredor de autos, cuyo talento y ambición sólo puede ser superado por su imperiosa necesidad de ganar. Cole se agrupa con el legendario entrenador y constructor de autos Harry Hogge (Robert Duvall) para competir en las diferentes carreras de la nación.

Pero un terrible accidente estuvo a punto de terminar con la carrera de Cole, por ello se ve obligado a ser asistido por la bella doctora Claire Lewicki (Nicole Kidman), que lo ayudará a regresar a las pistas y algo más.

El film nos presenta la dura realidad de los pilotos de autos de carreras, son capaces de todo, incluso de hasta jugarse su propia vida. Las carreras de NASCAR no son un espectáculo cualquiera, es común ver autos volando por los cielos, chocando contra los muros y ver pilotos seriamente heridos y hasta muertos.

El film es, sin duda alguna, una de las mejores películas de autos de carreras. Incluso Tom Cruise consiguió durante el rodaje de una escena, el récord de velocidad por un piloto no profesional.

La película tuvo un presupuesto $60 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $166 millones, más $40 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió una nominación al Oscar por mejor sonido y fue ganadora del premio “BMI Film & TV Awards” a la mejor música.

NASCAR (“National Association for Stock Car Auto Racing”) representa actualmente la categoría automovilística más importante de carreras competitivas en Estados Unidos. Los automóviles son fabricados por expertos basado en especificaciones dadas por NASCAR, los motores son provistos por los grandes fabricantes de autos.

Para el año 1947, luego de los efectos de la Segunda Guerra Mundial y la normalidad regresaba al país, las carreras de automóviles empezaron a resurgir como eventos que llamaban poderosamente la atención del público.