Juego de tronos tuvo un decepcionante epílogo; tan decepcionante que algunos hasta tuvimos dudas de empezar a ver esta "Casa del Dragón". Pues bien, la deuda que nos quedó con este universo está saldada (por ahora).

La serie comienza con un ritmo un tanto lento, (como todas las series de larga duración a decir verdad) pero finaliza con unos intensos y vibrantes capítulos , con escenas y secuencias que ya han quedado en la memoria de los más fieles (y no tan fieles) y con un final... QUÉ FINAL, digno de su predecesora, la cual tantos y tantos momentos tan espectaculares e inolvidables nos ha hecho vivir.

Sin entrar mucho en argumentos y muchos menos en "spoilers", la trama se sitúa en torno a 170 años del nacimiento de Daenerys, la última Targaryan, y cuenta la historia del origen de la "Danza de Dragones" que, en otras palabras, es la guerra por el trono entre las diferentes "ramas genealógicas" de la amplia familia de cabellos blancos.

Comentando un poco a nivel cinematográfico, quiero hacer mención especial a Paddy Considine, actor de renombre en el mundo de la televisión (villano de la 3º temporada de Peaky) y ya un "clásico" de la majestuosa HBO (The Outsider, entre otras). La secuencia de la cena en el octavo episodio es uno de los mejores momentos del universo audiovisual de George R. Martin, sin duda.
Y, como comenté antes, el último capítulo de la temporada, precedido por supuesto de momentos únicos y espectaculares como el del Septor de Baelor o el juicio por la herencia de Bastión de tormentas.

Ese final... tantas veces visto en Juego de tronos, es justo lo que esperábamos los fans. Ese tipo de final que ya nos hace poner la vista, lamentablemente, hasta el 2024, que es cuando se emitirá la 2º temporada.