Click here to copy URL
Reaccionario rating:
1
Animation. Adventure. Fantasy. Kids A young boy lies awake in his room one snowy Christmas Eve, excited and alert. Breathing silently. Hardly moving. Waiting. He's listening for a sound he's afraid that he might never hear - the ringing bells of Santa's sleigh. The time is five minutes to midnight. Suddenly, the boy is startled by a thunderous roar. Clearing the mist from his window he sees the most amazing sight - a gleaming black train rumbles to a stop right in front ... [+]
Language of the review:
  • es
May 14, 2012
3 of 8 users found this review helpful
Helado me ha dejado el "Polar Express" pues es difícil hacer una película peor de la que ha vomitado Robert Zemeckis. Quizás algunos fragmentos de música y cierta pericia a la hora de diseñar el vestuario, concretamente el vestido de la madre, es lo único que puedo destacar positivamente. El resto es sencillamente infumable. Hasta los muñecos son feos pues de momento, y dudo que alguna vez se logre, ningún ordenador puede dotar a las figuras de la expresividad, vida y belleza que el dibujo humano.

Lo peor, y hay mucho para escoger, de "Polar Express" es que la historia es extraordinariamente ramplona. Podía haberlo remediado el director construyendo los personajes, por ejemplo, mediante diálogos de interés. Pero estos, escasos, son de los más penosos que he visto nunca. Se ve que los guionistas confunden "para niños" con "para idiotas". Y los personajes, son más bien lamentables. En cambio Zemeckis decide para que vayan pasando los minutos dotar al viaje de una acción "trepidante" en un intento desesperado de hacer de "Polar Express" una versión infantil de "Speed". Pero tirarse más de 40 minutos en carrera frenética hace que el resultado sea de una pesadez insoportable.

En un intento de autojustificar semejante bodrio la moraleja resulta obligada. ¿Algún valor? Ninguna. Algo vacío, estúpido, falso y ñoño. Por ejemplo, lo de hacerse amigos, es una mentira como un piano pues no se van a ver nunca más en la vida. En realidad, el mensaje es de un materialismo atroz. La alegría es recibir el regalo (atención al niño pobre que no suelta el suyo ni para la de tres) y lo demás es morralla para confundir. Navidad es igual a consumo y regalos. Gran mensaje.

Pienso seriamente que películas así se realizan para que odiemos la navidad. En vez de presentarla, sino como sagrada, como algo mágico, lo que hace "Polar Express" es convertir lo fantástico en prosaico, el misterio en burocracia y lo bello en vulgar. Como botón de muestra: el concierto del doble de Aerosmith (¿se puede ser más hortera?); o Santa Claus azotando a los pobre renos que querían huir de tan horrible cinta.
Reaccionario
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow