Al principio una voz en off nos explica lo que ha sucedido en el mundo, que es una cosa muy absurda aunque lo haga de forma muy seria. Resulta que han regresado los dragones ¿?, se multiplican como insectos ¿? y han destruido prácticamente el planeta, sin que el copioso armamento moderno pueda hacer nada para detenerlos ¿? Si esto es así, me pregunto cómo pudieron derrotarlos en la Edad Media con lanzas, espadas y flechas, con mucha suerte. Total, queda un grupo de resistentes que malviven en fortalezas, pero está claro que pronto le van a dar la vuelta a la tortilla, allí donde ejércitos mundiales han fracasado estrepitosamente ¿?

Dicho esto, encima la película es soberanamente aburrida. Confieso que llegó un momento, más pronto que tarde, en el que dejé de enterarme de lo que pasaba. Pero lo que es peor es que no me importaba. Pensé que parte de culpa de mi falta de interés residía en un reparto, aunque de peso, casi exclusivamente masculino, con la excepción de Izabella Scorupco, que tampoco me ha gustado. Mas en realidad, lo que hace de "El imperio del fuego" una obra que nace muerta es que haya convertido a unos seres mágicos, en una especie de termitas sin más fin que matar, comer y multiplicarse, desconociendo su función cosmológica primordial.