Cuando parece que Warner y DC aprenden de sus fallos anteriores, de nuevo nos hacen dudar seriamente con entregas como esta. Es básicamente una película de Batman sin Batman, solo para que se luzcan Nightwing (el mejor por mucho) el Robin de Damián que ya cansa en su quejadera y actitud, y una Batwoman y Batwing que no sabe ni de donde salen o para que existen más allá de un intento de vender figuras de acción, y es que cuando rodeas a Batman, nuestro detective solitario de otros “héroes” ya sabemos que no suele salir bien y menos cuando estos no tienen el mejor desarrollo o razón de ser, lo de Batwing es simplemente terrible. Curioso que un tipo como Jay Oliva que lleva años dirigiendo películas animadas para DC/Warner no pueda hacer algo mejor, aunque con nada y es solo un empleado mandado. Debo confesar que al inicio la entrega tiene un aura de misterio interesante, pero a la mitad del filme cuando esto se resuelve ya todo se vuelve una sucesión de eventos sin sentido. Que Gracia tiene Batman si cualquiera puede tomar una capa y hacer de héroe en Ciudad Gótica, muy poca la verdad. El grupo de villanos es soso, y se pierde por completo la conexión emocional lograda en el Hijo de Batman, aquí todo se desecha. Final de la trilogía de Wayne y Damián o Batman y Robin. Un cierre pobre que merecía una mejor historia sin tanto personaje que sobrara.