Apenas era la segunda película de un joven realizador llamado Roman Polanski, con 32 años y fascinado por el movimiento de moda, surrealismo, el director de origen francés rueda la primer parte de la trilogía que se conoce como “El apartamento” que luego completarían las imprescindibles Él Bebe de Rosemary y el Quimérico Inquilino. Polanski se dio a conocer de buena forma en el 62 con el filme polaco, El cuchillo en el agua, un filme que definió su forma narrativa y que consolidaría su visión de cine, con Repulsión Polanski demuestra que es uno de los mejore directores rodando en interiores (cuidado no el mejor), el director se hace con la historia de una joven que le tiene una terrible aversión a los hombres, pero que gracias a su belleza física se le hace imposible que estos no se fijen en ella, o la persigan para conquistarla, por aquí destacaría una buena actuación de una joven Catherine Denueve ( a la que conoció en el proyecto anterior “Las más famosas estafas del mundo” en donde varios directores contaban historias de grandes robos). Por momentos como espectador me sentí que estaba viendo una película de Luis Buñuel, por lo irreverente de las escenas o por el virtuosismo de ejemplificar con cosas u objetos referencias importantes de la historia, un ejemplo clarísimo es el plato de conejo, crudo y podrido, descomponiéndose cada minuto más, no hay que ser genio para saber cuál es la relación entre hombre y conejo y cual parece ser su insaciable conducta natural. No es raro que los hombres encontremos el filme un poco grotesco, aquí la villanía o la maldad proviene del “genero fuerte”, de cómo su protagonista repele a cualquier hombre y como casi todas las mujeres del filme pasan quejándose del hombre y sus conductas, claro no hay mucho que defender en ese sentido, puesto que la idealización si bien generaliza no deja de tener razón en sus extremos. Un joven Polanski nos sacude con un tráiler intenso, de la locura de una joven, del porqué de su fobia y asco, dándonos secuencias brillantes y llenas asombro, en este caso como en las otras dos partes de la trilogía el peligro no viene de afuera de la puerta, está en la cabeza de la protagonista, latiendo en una locura esquizofrénica tan peligrosa como sórdida.

Lo bueno
El dominio técnico de Polanski, su habilidad para rodar en interiores, esa capacidad de que uno mas que testigo sea un cruel protagonista.
Catherine Denueve, bella y peligrosa, su actuación no es notable pero si funcional.
La fotografía y el acabado de los efectos hechos con poco presupuesto, pero increíblemente buenos hay una secuencia en el pasillo del apartamento inolvidable, ya la verán.

Lo malo
Algunos errores de cine en experimentación, como cortes tempraneros o situaciones que hoy no funcionan tan bien en realismo, podría quejarme también de la visión general de los hombres en sí, pero no hay mucho con que refutarme.