Joseph McGinty Nichol es el auténtico nombre del director que utiliza el diminutivo de McG para trabajar. Empezó como director de videoclips para después dar el salto a la pantalla grande en el año 2000 con Los Ángeles de Charlie, a la que le seguiría su secuela en 2003, Equipo Marshall en 2006, y Terminator Salvation en 2009, ninguna de ellas memorable, pese a tener cada una aspectos positivos. Como cada tres años presenta película, este 2012 tocaba, Esto es la Guerra es el resultado, una producción de Will Smith con un reparto de rostros bonitos y cuerpos esbeltos como los que ofrecen Reese Witherspoon, Chris Pine y Tom Hardy, secundados en papeles menores por Til Schweiger, Chelsea Handler y Angela Basset.

FDR y Tuck (Pine & Hardy) son dos agentes secretos, amigos desde la infancia, tienen la mala suerte de conocer y enamorarse de la misma chica, Lauren (Witherspoon), empezando desde entonces una rivalidad por ver quién es el elegido por ella. Además, ambos se encuentran en un caso que les lleva a enfrentarse con un tal Heinrich (Schweiger), que planea vengarse de la muerte de su hermano, muerto a manos de los dos protagonistas.

Comedia con algún toque de acción, Esto es la Guerra es una confrontación entre Pine y Hardy la hora y media que dura, cada uno saboteando las citas que el otro tiene con una tonta y empanada Reese Witherspoon abofeteable. Ello hace que casi la totalidad de metraje esté plagado de momentos más o menos graciosos, rodados por McG con toda clase de lujos y con un aire sofisticado a lo James Bond pasado por una Tourmix con el peor programa de MTV posible.

De guión poco trabajado (hasta es fácil adivinar a cuál de los dos escoge), lo mejor de Esto es la Guerra es sin duda el talentoso reparto, en especial Withespoon y Tom Hardy (no tanto Chris Pine y su inamovible expresión de tío guapo... para quién le guste). El resto son una Chelsea Handler como confidente del personaje de Witherspoon (sin ella sería difícil saber que se le pasa por la cabeza a la rubia de bote), y unos dejados de lado Til Schweiger y Angela Basset, con el problema de formar parte de la anémica subtrama de acción, con escaso interés por parte de McG y del guión por centrarse en ella, aún cuando algunos de las mejores escenas pertenecen a esta parte de la película (el prólogo en el tejado).

Un prefabricado producto para pasar el rato, recomendable para que alguna pareja no muy exigente vaya al cine (o la vea en casa) y la disfrute: él con las escenas de acción, ella con la trama amorosa.