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alefonca rating:
5
7.2
120,078
Fantasy. Drama. Thriller
In 1944, the third year of peace a thirteen-year-old girl, Ofelia moves to asmall village with her mother, Carmen who is in the last stages of pregnancy.Vidal, a cruel captain of the Francoist army and Carmen’s new husband isstationed in this village but Ofelia feels no affection whatsoever for thisman. Vidal’s mission is to finish off the last traces of republican resistancehidden in the mountains of the region. Vidal’s centre of ... [+]
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- es
April 3, 2010
95 of 153 users found this review helpful
Como se ha dicho tantas veces, el maniqueísmo siempre ha estado presente en el cine. Ya desde 'El nacimiento de una Nación' de Griffith, pasando por numerosas películas de John Ford, David Lean, Ken Loach, etc., hasta llegar a las de George Clooney, toda la historia del celuloide ha estado plagada de filmes donde los buenos eran buenísimos, y los malos, absolutamente deleznables. Y, no obstante, muchas de esas películas son de una innegable calidad. Por lo tanto, el maniqueísmo, en sí mismo, no es óbice para que una película sea descartable 'ab initio'.
El problema surge cuando ese maniqueísmo nace de un guión muy flojo, se vende como lo que no es (en este caso como una película fantástica), engañando al espectador, tiene momentos de puesta en escena absolutamente vergonzantes, unas actuaciones en la mayor parte de los casos muy mejorables, además de un ritmo bastante flojo, que hace que la película llegue a aburrir en más de una ocasión. Y por si fuera poco, tiene un puntito (más bien 'puntazo') 'gore' que no se sabe muy bien a que viene. Imagino que para reforzar la maldad de los malvados, pero aún así se la podría haber ahorrado, sobre todo teniendo en cuenta que, atraídos por la publicidad fantástica del filme, muchos padres fueron al cine con sus hijos.
Aún así, a la película la salvan (por los pelos) unos apartados técnicos decentes (sobre todo teniendo en cuenta el presupuesto) y una estupenda banda sonora.
Sin embargo, sus notables carencias no han impedido que la película goce de una crítica excelente (sobre todo dentro de nuestras fronteras), aunque imagino que no hará falta explicar el porqué. Con un poco menos de la (escasa) imaginación que puebla este filme podrá adivinarlo...
El problema surge cuando ese maniqueísmo nace de un guión muy flojo, se vende como lo que no es (en este caso como una película fantástica), engañando al espectador, tiene momentos de puesta en escena absolutamente vergonzantes, unas actuaciones en la mayor parte de los casos muy mejorables, además de un ritmo bastante flojo, que hace que la película llegue a aburrir en más de una ocasión. Y por si fuera poco, tiene un puntito (más bien 'puntazo') 'gore' que no se sabe muy bien a que viene. Imagino que para reforzar la maldad de los malvados, pero aún así se la podría haber ahorrado, sobre todo teniendo en cuenta que, atraídos por la publicidad fantástica del filme, muchos padres fueron al cine con sus hijos.
Aún así, a la película la salvan (por los pelos) unos apartados técnicos decentes (sobre todo teniendo en cuenta el presupuesto) y una estupenda banda sonora.
Sin embargo, sus notables carencias no han impedido que la película goce de una crítica excelente (sobre todo dentro de nuestras fronteras), aunque imagino que no hará falta explicar el porqué. Con un poco menos de la (escasa) imaginación que puebla este filme podrá adivinarlo...
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Spoiler:
Los franquistas son generalmente muy malos. Pero mucho. El caso del Capitán que interpreta (muy forzadamente) Sergi López roza casi el ridículo. Es un sádico patológico, alcohólico, maltrata a los niños, disfruta torturando y asesinando al prójimo, parece inferirse que abusa de las mujeres (esas miradas y 'sobeteos' al personaje que interpreta una eficaz Maribel Verdú son reveladores), y lleva más gomina que Aznar de boda en el Escorial. El resto, usan todos un bigotito ridículo a lo Errol Flynn, son feos a morir, y no muestran un sólo ápice de humanidad frente a las tropelías de su jefe.
Los maquis, por contra, son casi todos bellos (y bellas, como la Verdú), aventureros, románticos, sólo matan cuando es estrictamente necesario en el guión, e incluso cuando ponen bombas en los trenes, no provocan ni una sola víctima, como si fueran el mismísimo Equipo A.
El guión tiene fallos imperdonables para ser una película con una mínima calidad. Palmario es el de la famosa llave del almacén. ¿Por qué es tan importante esa llave cuando pueden poner bombas a diestro y siniestro pero son incapaces de romper una puerta de madera? ¿Simplemente para que el Capitán pueda pillar a la Verdú para poder llevar a la película al final que nos interesa? Sr. Del Toro, cúrrese por favor un poco más el guión.
La película se vende como una oda fantástica (cuando esa parte ocupa menos de un 30% del metraje) está rodeada de una ambigüedad muy forzada y es bastante absurda. El fauno de repente se enfada y deja a Ofelia colgada, y poco tiempo después vuelve con los brazos abiertos para darle otra oportunidad. "Así, porque yo yo valgo" (debió pensar Del Toro cuando escribía el guión).
Y las actuaciones son muy mejorables. Salvo la Verdú y Angulo, que sabes que casi nunca van a fallar, el resto son muy mediocres. Sergi López y Ariadna Gil necesitan unas clases de dicción con urgencia, o bien ser doblados 'a lo Garci', porque apenas se les entiende. Y bueno, cuando apareció el supuesto padre de Ofelia, sí, ese sastre del Madrid de la Guerra Civil encarnado en un Federico Luppi con greñas canosas, con un acento argentino sin disimulo, pareja de una Ariadna Gil (que podría ser su nieta), por un momento pensé que iba a levitar y gritar: “Este, ¡lo conseguimos!, nos ha salido un 'cordón sanitario' cojonudo que la gente se ha tragado con papas y... viste, ¡casi nos dan el Oscar!”
Los maquis, por contra, son casi todos bellos (y bellas, como la Verdú), aventureros, románticos, sólo matan cuando es estrictamente necesario en el guión, e incluso cuando ponen bombas en los trenes, no provocan ni una sola víctima, como si fueran el mismísimo Equipo A.
El guión tiene fallos imperdonables para ser una película con una mínima calidad. Palmario es el de la famosa llave del almacén. ¿Por qué es tan importante esa llave cuando pueden poner bombas a diestro y siniestro pero son incapaces de romper una puerta de madera? ¿Simplemente para que el Capitán pueda pillar a la Verdú para poder llevar a la película al final que nos interesa? Sr. Del Toro, cúrrese por favor un poco más el guión.
La película se vende como una oda fantástica (cuando esa parte ocupa menos de un 30% del metraje) está rodeada de una ambigüedad muy forzada y es bastante absurda. El fauno de repente se enfada y deja a Ofelia colgada, y poco tiempo después vuelve con los brazos abiertos para darle otra oportunidad. "Así, porque yo yo valgo" (debió pensar Del Toro cuando escribía el guión).
Y las actuaciones son muy mejorables. Salvo la Verdú y Angulo, que sabes que casi nunca van a fallar, el resto son muy mediocres. Sergi López y Ariadna Gil necesitan unas clases de dicción con urgencia, o bien ser doblados 'a lo Garci', porque apenas se les entiende. Y bueno, cuando apareció el supuesto padre de Ofelia, sí, ese sastre del Madrid de la Guerra Civil encarnado en un Federico Luppi con greñas canosas, con un acento argentino sin disimulo, pareja de una Ariadna Gil (que podría ser su nieta), por un momento pensé que iba a levitar y gritar: “Este, ¡lo conseguimos!, nos ha salido un 'cordón sanitario' cojonudo que la gente se ha tragado con papas y... viste, ¡casi nos dan el Oscar!”