‘Blonde’ es la película sorpresa de la 70 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Se trata de un retrato de Marilyn Monroe a partir de la novela homónima de Joyce Carol Oates, que dirige Andrew Dominik y da vida de forma notable Ana de Armas.

La cámara se acerca de forma íntima a la vida no ya del mito, sino de Norma Jeane, el verdadero nombre de Monroe, y lo hace de forma casi impúdica, logrando centrarse en su imagen tantas veces recreada, para penetrar en un mundo de sensaciones, que transmiten más que cuentan, y logran adentrase en lo más íntimo: el trauma infantil, su ascensión al éxito y la fragilidad ante sus famosos idilios.

Asistimos a una nueva recreación de las imágenes icónicas del mito, que Ana de Armas clava, pero con la ventaja que esta vez podemos bucear en su interior, y ver tras la escena la visión de la persona, su reacción ante la cosificación de su imagen, y compartir la vulnerabilidad de sentirse expuesta, desnuda, sujeta a los deseos de una sociedad que eleva al mito, sin atender a las necesidades emocionales de la niña traumatizada, la adulta que busca con desesperación sentirse amada. Nada más simple y más complejo, una aspiración legítima y universal.

Perturbador retrato de la persona detrás del mito, al que se llega a través de múltiples cambios de formatos, transmitiendo un mundo de sensaciones, de las que no logras desprenderte una vez bajado el telón. El dolor, la vulnerabilidad, la fragilidad, penetra de forma vívida, ganando terreno sobre la imagen icónica, que se difumina para ganar en una imagen que es próxima, cercana, dotada de humanidad.