Por lo general, cuando leo "basada en hechos reales", se me estremecen las carnes. Suele ser síntoma de bodrio y/o peñazo. En este caso, es simplemente correcta, pero que nadie piense en A sangre fría, con la cual querría tener puntos en contacto, porque se trata del desangelado relato de cómo un putón verbenero se liga a dos individuos de pocas luces para que la nombren heredera de un sustancioso seguro de vida, el cual, obviamente, les cuesta la vida. Thora Birch es poquita cosa, y el resto del reparto, salvo Carradine y su pipa, cumple sin más. Aburridilla.