Como una evocación mágica de nuestras historietas de infancia, a Guillermo del Toro no le tiembla el pulso ante el desafío no menor de montar una empresa tan recurrente en nuestro inconsciente como innovadora por su atrevimiento. Así aparece "Pacífic Rim" con sus gigantes de acero rellenos de tecnología imaginada pero nunca recreada en el cine con acertividad... hasta ahora.

Aunque el comienzo deja claro que no se perderá tiempo en mostrar lo que el público pago por ver, como pudo pasar en "Transformers", el torbellino enfierrado en los enfrentamientos puede confundir en medio del asombro por ver que el director mexicano nuevamente logra plasmar en pantalla algo muy complejo e intentando disminuir al mínimo los traumas por ello. ¿Su mérito? hacerlo bien y ser el primero.

Para los de más de edad las evocaciones son inevitables; desde Mazinger Z, pasando por Ultraman y el Festival de los Robots, hasta Robotech y la legendaria Evangelion. Sobre todo estas dos últimas con un séquito bastante fundamentalista que por primera vez ve de reojo cómo una producción puede abordar de forma seria, responsable y relativamente coherente una historia de gigantes defendiendo a la humanidad ante seres alienígenas.

Para muchos, esto más una destacada labor visual digna de "Tron", son la mezcla prometedora para un cine que puede poner en escena si se lo propone, jugosas franquicias largamente esperadas por los fanáticos.

En lo puntual, "Pacific Rim" es correcta, bien ejecutada y pese a sus prejuicios, bastante mejor montada que varias anteriores en su tipo. La mano del director se nota y aunque se da mañana de caer en ciertos clichés, su reparto sobrio y poco espacio para especulaciones de más, le favorecen como saldo en sus dos horas de duración.

Bien calificada (en Chile) para niños sobre 7 años, si bien sorprende en su globalidad por la redondez, puede no lograr el mismo efecto en su detalle. Del Toro y su staff recrearon la infancia de muchos alumbrando el camino para lo que puede venir de aquí en más, y si bien las antiguas animaciones y maquetas fueron reemplazadas por millonarios y costosos efectos, con todo el agradecimiento por las sentidas evocaciones íntimas de infancia, hay que reconocer que fuera de eso no deja mucho más.

Una lumbrera en lo general, pero quizás más básica de lo pensado en lo específico.

Recomendación:
Interesante. Más que aceptable acierto en lo sensorial de Guillermo del Toro. Evangelion y Nerv se hacen reales, sin querer.