Desconozco la manera en que ha llegado a financiarse la película. Me pregunto como es posible desplegar tanta imaginación a la hora de hacer reír al público. No creo que se haya invertido mucho dinero en la proyección pero la verdad que el talento desplegado en esta película ha sido encomiable. Es una película imprescindible que hay que visionar cuando se está de bajón o simplemente cuando se tienen ganas de reír a carcajadas. No es fácil hacer una crítica mordaz del mundo empresarial de forma cómica.
Alfonso Sánchez y Alberto López son El cabesa y El culebra quiénes perpetran un plan para atracar un banco. La cosa pinta bien (vestidos de penitentes para efectuar la acción, no digo na...) hasta que aparece Fermín, dispuesto a inmolarse debido a su complicada situación económica. Todo da un cambio radical a partir de entonces, desencadenándose un sinfín de situaciones absurdas en las que se parodia con todo el arte andaluz el operativo policial que desentraña la acción ideada por estos delincuentes. A partir de aquí, aparecen personajes variopintos tales como: los compradores de hipoteca preocupados por su asunto inmobiliario, el concejal que hace alardes de su autoridad, los empresarios dispuestos a que el caso no salga a la luz, etc etc.
En materia de guión la película es a lo sumo pasable. Ahora como comedia el film dan en el clavo. Tanto es así que, aunque al principio me pareció exagerada la vís cómica de los actores, al final echas unas carcajadas con la manera de actuar de los personajes puestos en pantalla -las actuaciones de amateurs un poco flojas la verdad-.
De esta forma, en una película así lo que da uno más valor es las garantizadas risas, la acertada crítica del mundo del explotador vs explotado, y en definitiva el reconocimiento al trabajo bien hecho desde un buen lugar de Andalucía como Sevilla.