Una buena película que a pesar de su metraje cercano a las tres horas mantiene al espectador pendiente de lo que está sucediendo, hasta dónde va a llegar la historia y qué sucede en en el alma de los protagonistas.
Una narración basada en hechos reales que Scorsese ha tomado para plantear temas como el seguimiento de la conciencia, la ética como fundamento del comportamiento, la debilidad y la fortaleza de distintos seres humanos.
Culpabilidad, perdón, fe en lo que se cree es la red que el director emplea para envolver el reto que pone delante del pensamiento del espectador.
Cinematográficamente estamos ante una cinta muy bien interpretada, con una fotografía que atrapa en unas imágenes preciosas y con un ritmo que bajo la apariencia de lentitud avanza constantemente sin freno movilizando conciencia y vida de todos los personajes.
El silencio de Dios, el silencio de cualquier ideología frente a la realidad que tiene que enfrentar, hace que las personas sintamos la orfandad, el abandono, la confusión,en suma la derrota de todo lo que ha sido el fundamento de nuestra existencia.
Pero... y si la respuesta está en la interpretación del silencio?
Desde luego no sales indiferente cuando la has visto. Sales pensando y supongo que cada uno se dará respuestas distintas.
Estupenda.