Y llegó el día del apocalipsis en forma de virus generador de muertos vivientes, otra vez.
Pero no os preocupéis, que los protagonistas vieron "El proyecto de la bruja de Blair" y lo van a grabar absolutamente todo. No importa que vean a un zombie a medio paso o a un supuesto amigo torturando a un vivo. Da igual, que ellos ni soltarán la cámara ni reaccionarán siquiera.
Eso sí, cuando haya oleadas (de 9 ó 10 nada más) de zombies no se verá nada con el movimiento, porque si no te puedes dar cuenta de que hay fiestas de Halloween con mejores disfraces que los que llevan estos muertos vivientes.
Por cierto, podéis echaros a temblar. Estos muertos vivientes que van tan despacio que podrían viajar hacia atrás en el tiempo, y que no te atacan aunque estés al lado de ellos (salvo por exigencias del guion), acaban con el Reino Unido de un día para otro. Impresionante.
Ni siquiera el recurso de historias independientes que se terminan cruzando consigue salvar este subproducto que va de guay porque está hecho con cámara en mano pero que parece un proyecto de corto hecho en un instituto.
Fatal. Lo único que tiene bueno es que solo dura 80 minutos. Y menos mal.