Dos características hacen que esta película sea peculiar.
La primera es montar toda una historia a base de la numerología, o traslación de fechas y nombres a números para buscar relaciones. Nunca pensé que de eso se pudiera hablar más de cinco minutos seguidos.
La segunda, más importante, es que Jim Carrey hace un papel serio. Creo que solo lo había hecho antes en la aburridísima "The majestic" y en su cameo en "La lista negra". Esto hace que el espectador ande un poco descolocado, pues siempre estamos echando en falta sus muecas y chanzas.
Quitando eso, nos encontramos ante un thriller medianamente interesante, que juega con la mente tanto del protagonista como del espectador. Tiene giros inesperados y mantiene el interés en todo momento. Siempre querremos saber por qué la vida del protagonista sale reflejada en un libro y qué demonios pinta el número 23 en todo esto, apareciendo por doquier.
Los actores lo hacen bien, especialmente Carrey, reflejando sus miedos y obsesiones. Pero como está encasillado en la comedia, no parece que pegue mucho aquí.
Estas son las películas que debería hacer Joel Schumacher, que siempre tendrá la lacra de haber hecho la vergonzosa "Batman y Robin".