En la continuación de la famosa película del hombre alto y las bolas taladradoras, ya no encontramos tantas sorpresas y sobre todo se reduce mucho la sensación de terror.
El siniestro hombre alto sigue haciendo de las suyas de cementerio en cementerio, y los supervivientes de la primera parte van en pos de él para ver si pueden matarlo de una vez por todas.
Entra en escena una chica con la que Michael tiene una conexión psíquica. También vemos mejor a los enanos encapuchados (cual "jawas" de "La guerra de las galaxias") y a unas esferas mejoradas aún más sanguinarias.
Hay más gore y está mucho mejor hecho, aunque solo sea por el paso de los años. Se mantiene la tensión al ver como unos pocos simples mortales tratan de combatir a una poderosa criatura de otro mundo. Pero ya no provoca tanto terror, pues el ambiente opresivo de los cementerios, aunque está, no es tan intenso como en la primera parte.
También abundan las situaciones absurdas y la falta de respuestas. A veces los personajes hacen cosas sin sentido, otras veces no sabemos a cuento de qué pasan algunas cosas, y por supuesto no dan muchas respuestas. Pero se les puede perdonar, pues la verdad es que sigue siendo bastante entretenida y engancha, esperando ver cómo va a terminar la historia.
Inferior a la primera, pero sigue estando bien.