Tras el prólogo, comienza con unos buenos títulos de crédito con forma de comic.
Robert Downey y Val Kilmer están geniales y encajan muy bien en sus papeles. El actor de "Iron man" volvía aquí a tener una buena oportunidad de hacer una buena película, después de todos esos años en los que estuvo retirado por problemas. En cuanto a Michelle Monaghan, digamos que su personaje es adorable, porque decir algo más sería emplear lenguaje soez típico de albañiles.
El humor es muy particular, y el guion un tanto enrevesado, casi surrealista, aunque con los elementos habituales del género (detectives, asesinatos, nicotina y mujer fatal).
Lo mejor de todo son esos diálogos geniales que ofrece de vez en cuando el cine negro. Me encanta cuando hacen eso en estas películas, aunque la gente normal no hable así en la vida real, ni de lejos.
No me resisto a reproducir algunas perlas:

"Por si no me han oído los del fondo, ni te lo pienses."

- ¿Sigues siendo gay?
- No, lo mío es comer conejo, pero me gusta el mote.

"Morirte de pena mientras se te empina. ¿No es enfermizo?"

"No tiene nada puesto, solo la radio."

Y así se tiran casi toda la película. Puede que guste más o menos, pero solo por escuchar esas píldoras de genialidad, ya merece la pena verla. Aparte de eso, es una película muy entretenida que se disfruta mucho si conectas con su particular sentido del humor. Eso sí, el guion termina siendo un poco difícil de seguir si no estamos muy atentos.