Cuando Stallone ya era increíblemente famoso por Rocky y Rambo, hizo este policíaco de acción cuya característica principal en mi recuerdo es su violencia. La vi de pequeño y me impactó mucho por algunas escenas concretas, y sobre todo por esos crueles asesinos que matan al azar a sus víctimas de una forma brutal con hachas y sin motivo ninguno.
Desde luego no se esmeraron demasiado en buscar una motivación para los asesinatos, con lo cual gusta ver a Stallone dándoles caña a base de bien.
La verdad es que la película es muy corta y la mayoría de la acción está concentrada al final en una espectacular persecución con peleas y tiros. Pero el resto sigue siendo entretenido, con la tensión de la testigo superviviente a la que quieren dar caza.
También la escena inicial en el supermercado está bien.
Por cierto, que el malo tiene un rostro simiesco que puede llegar a dar miedo.
Sobre todo es buena si, como yo, se ve de niño o de adolescente. Era una época en la que alucinábamos con este tipo de películas de acción con héroes. Realmente no es la mejor de Stallone, pero sí una de las más representativas de su época de gloria dentro de lo que mejor sabía hacer. Es de las que uno veía una y mil veces y nunca se cansaba.