Aunque la amnesia selectiva sea una situación muy rara en la realidad, en el cine sigue dando mucho juego.
Cuando el protagonista no se acuerda de las cosas, cualquier cosa es posible. En este caso tenemos al prolífico Liam Neeson en Alemania, que tras un accidente su esposa no le reconoce y parece que otro hombre ha asumido su identidad.
Contar más de la película es reventarla, pues toda su enjundia está en descubrir por qué pasa lo que pasa.
No es ni más ni menos que un thriller de acción y espionaje normal y corriente, en donde lo más interesante sucede al principio y al final. El tramo central de investigación no mantiene la tensión tanto como debería. Algunos diálogos (como cuando sale Frank Langella) son lentos y aburridos. Por suerte hay una escena de persecución de coches muy bien filmada.
Parece que nuestro paisano Collet-Serra ha sabido hacerse un buen hueco en el cine internacional, lo cual siempre está bien.
En cuanto a Neeson, le veo muy cómodo en este género. Aunque toca todos los palos que le echen, en los últimos años está haciendo películas de este estilo bastante interesantes.
Es buena, pero no un peliculón, sino que simplemente se disfruta mientras se ve aunque no sea muy recordable.