Película realizada para lucimiento de sus veteranos actores, Chrstopher Walken (El Fuego de la Venganza), Al Pacino (Heat) y Alan Arkin (El Método Kominski) intrépidos forajidos de antaño que se ven obligados a reunirse una última vez debido a una deuda del pasado. Tomando como base las comedias de colegas como Resacón en Las Vegas, Tipos Legales no le va a la zaga y cuenta con su propia dosis de humor gamberro, machista y cínico, por no olvidar de su autoparodiante humor geriátrico. A esto hay que sumar un poco de acción y su escondido corazón. Porque aunque sea chusca, también conserva un toque melancólico y sensible que aunque no mezcle bien con el tono exaltado del resto de la película, logra al menos crear cierta empatía con sus personajes. Para lograrlo, tira de la familia (apartada) de los protagonistas a pesar de que son lobos solitarios en pos de batallitas sin par.
Dirige Fisher Stevens, más acostumbrado a documentales, con buena fe a pesar del tono impostado en mayor parte de la cinta y de sus ya consabidos chistes sobre personas mayores. Pero aún así crea una película entretenida hasta el final cuya máxima radica en que tiempos pasados fueron mejores y que la ética moral estaba por encima de la gran mayoría de las cosas, aunque esto lo dijeran unos ladrones. Ladrones que conservan un código de honor que se ha perdido como una aguja en un pajar en estos tiempos tan modernos, exentos de clase y llenos de un individualismo casi narcisista.