La tercera y última parte de la trilogía de El padrino nos muestra el final de la saga de los Corleone, una familia de mafiosos que ha dominado el crimen organizado en Estados Unidos durante décadas. El protagonista, Michael Corleone (Al Pacino), intenta redimirse de sus pecados y legitimar sus negocios, pero se ve envuelto en una trama de intrigas, traiciones y violencia que amenaza con destruir todo lo que ha construido.

Dirigida y producida por Francis Ford Coppola y coescrita por Mario Puzo, se basa en hechos reales como la muerte del papa Juan Pablo I y el escándalo del banco papal, y cuenta con un reparto de lujo que incluye a Diane Keaton, Talia Shire, Andy García, Eli Wallach, Joe Mantegna y Sofia Coppola. Aunque la cinta fue un éxito de taquilla y recibió siete nominaciones al Oscar, no logró el mismo nivel de aclamación crítica que sus predecesoras, y fue considerada una secuela innecesaria e inferior.

Sin embargo, con el paso del tiempo, El padrino: Parte III ha sido revalorizada por algunos críticos y espectadores, que la ven como un epílogo digno y emotivo de la saga. Explora temas como el arrepentimiento, la redención, el legado y la muerte, y ofrece escenas memorables como el atentado en el teatro de la ópera o el final con el lamento de Michael. Además, Coppola realizó en 2020 un nuevo montaje titulado Mario Puzo’s The Godfather, Coda: The Death of Michael Corleone , que cambia el inicio y el final y mejora su ritmo y coherencia.

En conclusión, El padrino: Parte III es una película que merece ser vista con respeto y atención, ya que cierra de forma magistral una de las mejores trilogías de la historia del cine. Es una obra que refleja el ocaso de un imperio criminal y el dolor de un hombre que lo ha perdido todo.