Reconozco que esta película es innovadora, irreverente y original, pero de ahí a convertirla en una gran película, o referente para ser considerada un film de culto, me parece excesivo. Ni siquiera es una buena comedia. Sonreí en algún momento sin más. Que una película sea de bajo presupuesto, rodada en blanco y negro, entre tres amiguetes de forma amateur, con diálogos aparentemente originales y rodaje semiclandestino, no puede garantizar que le concedamos automáticamente la etiqueta de buena película ni siquiera en el ámbito del cine independiente. Es meritorio el esfuerzo que hizo el realizador para financiar esta opera prima, pero ello no debe desviarnos de una valoración objetiva de la película. Entretenida gamberrada y no mucho más. El buen cine, independientemente de sus medios y presupuesto debe ser algo más que lo que nos ofrece Clerks. Y como ejemplo de películas de bajo presupuesto , que aportan algo más y además fueron éxito de taquilla: La noche de los muertes vivientes de G.Romero, o Once de J. Carney. Esta película hay que verla, por su frescura y originalidad en el momento de su estreno. Por los precedentes que había oído antes de verla, decepcionante. Mucho ruido y pocas nueces.