Joseph Conrad escribió “El corazón de las tinieblas”. No se inventó nada que sus propios ojos
no hubieran visto en el antiguo Congo del Rey Leopoldo (podéis tirarle un tomate cerca de la Grande Plâce de Bruselas).

El protagonista de su novela, el sanguinario general belga Kurtz, fue llevado al cine por Coppola, esta vez trasmutado a la selvática atmósfera del Vietnam en guerra, no de pachanga.

Kurtz, es reencarnado en “Apocalipsis Now” por la demente figura de un perturbado Marlon Brando, alto mando militar del ejército norteamericano, obsesionado primero (por) y acomodaticio después (al) HORROR y, cuya más feroz prueba de sadismo consistía en instalar simétricas hileras de cabezas degolladas atravesadas por estacas a la entrada de su morada, una guarida dejada de la mano de Dios, perdida en el corazón de la selva.

Pero lo de Brando no se quedó ahí. Su papel (ficticio en Vietnam) sólo 20 años después de lo que él INTERPRETA, resulta que reaparece en el Congo. Y en Ruanda y en Sudán y en Nigeria y en Kenia y en Angola y en Etiopía y en la madre de dios.

Marlon es una vaca diabólica y rapada que parece que nos engendró a todos.

A partir de esta película, (pero mejor del libro: el corazón de las tinieblas), podéis ver un entretenido filón de dramas a cada cual más apocalíptico.

Es África (Asia) y es la latitud irracional africana (o vietnamita, thailandesa, birmana...) que deriva como Conrad, hacia las tinieblas... Y así hasta que se mueran todos del susto y se queden blancos.

No creo que haya algo que acojone a un SER HUMANO más que otro ser "humano" blanco.

Brando-KURTZ como vecino... ufff

Magistral entrada con The End y los fogonazos comiéndose helicópteros que pareciera se reproducen en la maldita selva.

Sensación de ahogo, es lo que produce esta película.