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United Kingdom United Kingdom · Belfast
leiradiction rating:
5
Drama A coming-of-age drama set during the tumult of late-1960s Northern Ireland, the film follows young Buddy as he navigates a landscape of working-class struggle, sweeping cultural changes, and sectarian violence. Buddy dreams of a glamorous future that will whisk him far from the Troubles, but, in the meantime, he finds consolation in his charismatic Pa and Ma, and his spry, tale-spinning grandparents.
Language of the review:
  • es
February 6, 2022
97 of 138 users found this review helpful
Tengo el privilegio de haber disfrutado del Belfast desde la ciudad natal del director, a la cual dedicó un emotivo mensaje antes del comienzo del film, ganándose el aplauso fácil de la audiencia -aplauso que, por cierto, se replicó al final de la película por una minoría del público. No obstante, saliendo del cine, un hombre que caminaba detrás de mí le preguntó a su pareja qué le había parecido la película, a lo que ella replicó que "a load of s***".

Y es que Belfast, en mi opinión, se cae por muchos sitios. No soy un gran fan de Kenneth Branagh, y algunas películas suyas que he visto recientemente (Frankenstein o Asesinato en el Orient Express) muestran que el director tiene alarmantes dificultades para construir una estructura narrativa coherente, que se refleja también en Belfast. Saltos de trama, eventos descontextualizados y personajes que no se sabe muy bien quienes son y qué pintan ahí, son algunos de los problemas narrativos de Belfast. Branagh nos presenta su infancia con tanta fidelidad que se cree que todos estamos en su cabeza y nos enteramos de lo que pasa. La infancia de Branagh, por cierto, que será muy interesante para Branagh, como la mía lo es para mí. Cosas como que la calle esté barricada y necesites identificarte para poder entrar, pero que luego el bus les pare en la puerta de casa -porque al parecer la calle está barricada sólo por un lado, pero por el otro puedes entrar como Pedro por tu casa- muestran que está hecha un poco deprisa y corriendo. El inicio de la película, con las imágenes de la Belfast de hoy, parecen un anuncio de “Visit Belfast”. Y el final es un tanto abrupto y rocambolesco. Todo esto, no obstante, no esconde algunas de las virtudes de esta película, como su excelente fotografía y un muy buen reparto.

Lo peor de la película, en mi opinión, tiene que ver con la falta absoluta de conocimiento que Branagh tiene de su ciudad natal. Eso es comprensible a los nueve años, pero no si te propones homenajearla como hombre hecho y derecho. Hay que hacer los deberes. Y no me vale que está hecha desde la perspectiva de un niño. En primer lugar, la escuela de Buddy es, al parecer, mixta. Esta es una brutal inconsistencia histórica, pues la primera escuela integrada de Irlanda del Norte se inauguró en 1981. En segundo lugar, lo primero que a uno le dicen sobre el conflicto de Irlanda del Norte cuando llega a esta zona del mundo es que éste NO FUÉ UN CONFLICTO RELIGIOSO. Por resumirlo en unas pocas líneas, se trató de un conflicto identitario de carácter nacionalista, originado por la situación de apartheid de la población católica en el Norte, y que se inicia con los asesinatos de activistas por los derechos civiles por parte del ejército británico en 1969. A partir de ese momento, el conflicto se enquista porque -al contrario de lo que se duele pensar- las posiciones e intereses en disputa son múltiples, y no solamente dos: los católicos y protestantes que quieren una Irlanda del Norte dentro del Reino Unido con gobierno integrado representados por el SDLP y el UUP, los legalistas que quieren que continúe el apartheid representados por el DUP, los nacionalistas que quieren unirse a la República de Irlanda representados por el Sinn Fein, los que quieren una Irlanda del Norte independiente, y los intereses de dos estados que quieren pasarle el problema al de enfrente, porque los británicos no querían hacerse cargo del nido de avispas que era Irlanda del Norte, ni los Irlandeses creían tener la capacidad militar para estabilizar la zona.

Por tanto, la moralina barata de la tolerancia religiosa está muy bien, pero contarle al público internacional una paparrucha sobre el conflicto de Irlanda del Norte y que aún encima puedan darle un Oscar tiene sus narices. Y ya que Branagh se presenta como el buen y tolerante protestante, podría hacer referencia a la perspectiva católica del conflicto, ya que al menos dos de sus actores -Balfe y Hinds- son católicos, y podría haberles preguntado su opinión.

Por cierto, a ver si alguien puede aclararme que tiene Branagh en contra de su hermano, que parece que pasaba por allí. Dale algunas líneas al pobre chaval, que también lo pasaría mal.
leiradiction
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