Como buen aficionado a la ciencia y a la ciencia-ficción, el año pasado me leí EL MARCIANO, de Andy Weir y quedé encantado (dejando a un lado lo imposible de la situación inicial que justifica la historia, claro, cosa que explico en el SPOILER). Devoré la novela en un par de días y estaba esperando como agua de mayo el estreno de esta película, aunque estando detrás de la cámara Ridley Scott, con su calamitosa filmografía de los últimos tiempos, sentía cierta preocupación sobre el resultado final. Que la distribuidora en España la hubiese titulado al principio "Marte: operación recate" me hizo temer lo peor, pero el cambio de título a un simple "MARTE" (tras un alud de protestas) y los trailers me llevaron al cine algo mas tranquilo.

Vista la película pues... La ha dirigido Ridley pero lo podría haber hecho cualquier otro director medianamente solvente. Buenos efectos, errores varios (esa exagerada brisa marciana, esa dificultad para recrear convincentemente la gravedad de Marte) y extrañas omisiones (no se muestra ninguna salida o puesta de sol en Marte pese a que las sondas sí los han mostrado y permiten contemplar un pequeño disco solar en un cielo azul frente al tono marrón rojizo del resto del día) y unos personajes que, empezando por Mark Watney (Matt Damon) y siguiendo por el personal de la NASA, son muy planos. De hecho, aunque Damon lo hace bien, se hecha en falta la gracia, los chistes y la guasa de la que el Witney de la novela hace uso permanentemente tanto como reflejo de su propia personalidad como mecanismo para mantener alta la moral. Además, algunas de sus bromas y comentarios no son "políticamente correctos" y se han obviado en la película.

Por otra parte, algunas de las razones por las que Mark hace lo que hace y dice lo que dice no quedan del todo claras en la película aunque sí se explican en la novela (lo hace el propio Watney en su diario), por lo que en ocasiones da la impresión de que la película ha sido hecha para los lectores de la novela mas que para el gran público.

De todos modos, es una buena película, entretenida y una buena manera de despertar el interés por la ciencia entre los más jóvenes. Si nuestro MacGiver marciano sobrevive, no es gracias a ninguna divinidad ni al extraterrestre de turno,sino gracias a su extraordinaria formación científica.