Tremenda película de temática social basada en hechos reales, que te deja tocado unos minutos.
Un profesor novato es “recomendado” para trabajar en un colegio de sordos. Pronto, empieza a ver comportamientos extraños en algunos niños. Hasta aquí se podría desarrollar una película hollywodiense perfectamente durante 2 horas.
En este caso, enseguida muestra los motivos de los comportamientos. Palizas, vejaciones y abusos sexuales por parte de responsables del colegio, con una crudeza y transmisión de los hechos, heladora.
Descubierto los hechos y los culpables, empieza la batalla legal que ocupa otra gran parte de la película y que baja la temperatura de la sangre otros pocos grados más. Los testimonios, las artimañas, sobornos, manipulación…te provoca un estado anímico como no recordaba hace tiempo.
La película es muy “koreana”. Ritmo lento, pausado y en ocasiones, llamativamente “controlada”. Es complicado ver estos acontecimientos y ver como el director se esfuerza por contar la historia de manera correcta, comprensible y muy artística, cuando ves como te va hirviendo la sangre por momentos.
En definitiva una historia que te deja tocado, y te produce una profunda reflexión sobre los instintos más repugnantes del ser humano.