Estéticamente bonita, es una de las películas más aburridas que he visto en los últimos años.

Las etiquetas de "terror" y de "casa encantada" perjudican a esta película, porque va a verla gente que resulta decepcionada porque no encuentra lo que busca.

Y, ojo, yo no soy un amante del "slasher", el susto de "Tachún" o el "cine de asco". Al revés, prefiero con mucho el cine de terror que fomenta un clima de tensión que te mantiene en vilo, o el cine de terror de época, con ambientación victoriana, medieval, etc que no dan asco por mostrar vísceras sino terror por la maldad humana.

En esta película, concretamente, las etiquetas "no pasa nada" o "saldrás cinco veces a orinar" serían más ajustadas a lo que pasa en pantalla.

A ver... la fotografía es buena... pero Ruth Wilson me parece desnortada, con una historia que creo que no entiende; y el resto de personajes... apenas salen unos minutos, y parecen lelos (hasta Bob Balaban, gran secundario siempre en el papel de abogado o director de periódico).

Los efectos especiales del fantasma, de cuando Florián Rey era pionero de la cinematografía española.

Por cierto; no entiendo (o tal vez sí) por qué algunos críticos "profesionales" dan sistemáticamente calificaciones altas a peliculas de Netflix