Siempre insisto en mis críticas, cuando es necesario, en que la narrativa de la literatura y el cine son y deben ser diferentes. La literatura tiene la capacidad de describir mediante el uso de las palabras y propicia que sea el propio lector del discurso el que imagine el contenido. Por contra, el cine puede utilizar las imágenes para contar descripciones, es decir, tiene la posibilidad de inducir sentimientos con imágenes y no palabras.

Es por ello que el uso excesivo de la "voz en off" en el cine, y más cuando sólo sirve para expresar lirismo, me parece una afirmación por parte del realizador (es decir, el narrador) de su incapacidad para contar una historia con narrativa cinematográfica.

Esto sucede en "Bestias del sur salvaje". Benh Zeitlin demuestra una gran capacidad para crear buena música extradiegética, pero nula capacidad narrativa al utilizar constantes pensamientos de una niña de seis años para tratar de ofrecer lirismo y filosofía a su historia, mediante la "voz en off". Este artilugio se hace cansino, y genera una gran inverosimilitud a la historia, además de hacer el discurso más pesado. Por poner un ejemplo contemporáneo, en "La vida de Pi", Ang Lee muestra sentimientos, descripciones y filosofías, sin usar la "voz en off" casi nunca, sólo mediante hechos, escenas. Eso sí es una buena realización.

En cuanto a la trama, contiene momentos bellos (engrandecidos por una magnífica fotografía, una muestra más de lo superficial del filme), pero carece de conflicto. Los personajes no evolucionan, el mensaje es bonito pero acaba siendo muy forzado por los constantes comentarios hipnóticos de la niña protagonista y, en definitiva, no acaba de sorprender ni emocionar.

Como obra pictórica y musical un 7, como obra narrativa un 3. Por ello le doy un 5.