Me extraña que esta sea la primera y única crítica a esta película, pero así es. La verdad es que no es un gran trabajo pero sí que es mucho mejor de lo que me esperaba. Para pasar una tarde en la que no tengas nada que hacer no está mal. Me divirtió y fue una oportunidad de descubrir uno de los primeros trabajos de una jovencita Elisabeth Shue, que ya daba indicios de lo buena actriz que sería. Parece ser que en el rodaje de esta película fue donde se enamoraron Alec Balwin y Kim Basinger. De él podría decir que está impresionantemente guapo y con habilidad para desempeñar papeles divertidos, estando como estoy acostumbrada a verle en papeles mucho más serios. De ella decir que estaba totalmente encasillada en papeles de mujer fatal y aquí vuelve a hacerlo, aunque Basinger siempre me ha parecido una buena actriz. La química entre ambos es innegable y hace que la película sea mucho mejor de lo pudiera parecer. Junto a ellos, además de la nombrada Elisabeth Shue, están Robert Loggia, buenísimo este hombre, Armand Assante con un papel demasiado secundario, y un divertido Paul Reiser. En definitiva, película entretenida para ver una tarde aburrida.