He tirado la toalla ya con Jennifer Aniston. He guardado todos estos años la esperanza de que volviera a sorprendernos con un personaje como el que hiciera en "The good girl" pero ya no espero nada de ella aparte de esta serie de personajes en las que la actriz parece haber visto su única salida para permanecer en el candelero cinematográfico. La propia Aniston parece haberse resignado a ello y da la impresión de que, conocedora de que nunca va a protagonizar nada merecedor de algún premio que no sea los Razzies pues pone todo su lado cómico (que lo tiene) al servicio de directores noveles y de expertos en comedias románticas como en este caso. A su favor tengo que decir que le ha cogido el tranquillo, que no lo hace mal y que tiene una gran química con su compañero de reparto, un Gerard Butler que sí que está tocando todos los "palos", que empezó realmente fuerte con su "Fantasma de la ópera" de Andrew Lloyd Weber y su Leónidas en "300" y que últimamente está tirando más para la comedia. A mí personalmente me parece un buen actor que está como un queso, para más inri. De los secundarios, tan pobres en este tipo de películas, destacaría a Christine Baranski. En cuanto a la película en sí, me esperaba un auténtico bodrio tras las malas críticas dejadas aquí, pero tengo que admitir que está mejor de lo que podía imaginar, que me ha entretenido, que tiene sus momentos y que me ha hecho desconectar de mi rutina durante hora y media, que es lo que buscaba.