Dice Sara, el personaje correctamente interpretado aquí por la siempre interesante Diane Lane, que ella quiere enamorarse, despertarse cada mañana junto a alguien y verle sonreír, pasar las mañanas de los domingos en la cama juntos, preparar el desayuno, recoger el periódico y volverse a acostar con esa persona especial. Creo que la gran mayoría queremos lo mismo, pero cuando tu marido te deja porque ya no te ama y con casi 40 tacos tienes que volver a empezar de cero, es difícil e internet se ofrece como una opción para acabar con la tan temida soledad. De ésto precisamente va esta película, comedia romántica pura y dura con previsible recorrido y final, pero que tiene la gran ventaja de contar con una pareja protagonista que rara vez suele fallar. Por un lado la atractiva y madura Diane Lane, actriz por la que siento debilidad y que le da mucha credibilidad a su personaje y por otra parte un John Cusack del que también soy admiradora y que juega con un papel algo irritante pero a la vez muy cercano. Ambos son los máximos protagonistas de una cinta que tiene numerosas caras conocidas como secundarios, entre los que destacan la siempre eficiente Elizabeth Perkins como hermana mayor y un Christopher Plummer con gran presencia en pantalla. La veterana Stockard Channing pone la nota cómica a la película. El atractivo Dermot Mulroney también cumple con el papel de padre mujeriego. En definitiva, una película para disfrutar ese domingo por la tarde junto a tu chico.