La verdad es que es todo un mérito hacer una cuarta parte de una saga como esta Arma Letal y hacerlo tan bien como lo ha hecho Richard Donner aquí. Una cuarta parte tan entretenida como las anteriores y producida, dirigida, protagonizada y musicalizada por las mimas personas que la comenzaron allá por el año 1987, todavía algo más meritorio si cabe. Una no puede evitar seguir las andanzas de esta pareja de colegas policías, ese Rigg protagonizado por un magnífico Mel Gibson enamorado y dispuesto por fin a formar una familia, y un Mortaugh sensato, encantador, familiar y buen padre y marido protagonizado por el perfecto Danny Glover, quién acaba de estar por tierras hondureñas dando lecturas al pueblo garífuno en este país centroamericano. Sigue contando esta cuarta parte con unos diálogos maravillosos entre los dos protagonistas principales, divertidos, socarrones, con mucha guasa, sigue habiendo buenas participaciones de Joe Pesci y Rene Russo y aparece un villano con el que la franquicia gana muchos puntos porque Jet Li es una pasada. El oriental, en su primera producción americana y en su primer papel de villano lo borda, sencillamente. Maravilloso él y maravillosas sus secuencias de lucha. Dicen que el director, Richard Donner, tuvo que pedirle que ralentizara un poco sus movimientos en ellas porque la cámara prácticamente no podía seguirle a tal velocidad, imaginaos. Buenas aportación en el último minuto de un cómico como Chris Rock, actor y personaje añadidos al rodaje en un último revisionado del guión original. En definitiva, cierre de esta maravillosa saga de la que se haría una serie que no tuvo el mismo éxito, ni siquiera uno parecido al que Arma Letal consiguió desde el estreno de su primera parte. Muy buena opción para un día de frío en el que apetece acurrucarse en el sofá y disfrutar de puro cine de entretenimiento.
"Si ésto fuera Hong Kong ya estarías muerto".
Un saludo.
Tess